Algunas veces las personas llegan a nuestras vidas y rápidamente nos damos cuenta de que esto pasa porque debe de ser así, para servir un propósito, para enseñar una lección, para descubrir quienes somos en realidad, para enseñarnos lo que deseamos alcanzar. Tú no sabes quienes son estas personas pero cuando fijas tus ojos en ellas, comprendes que ellos afectarán tu vida de una manera profunda.
Algunas veces te pasan cosas que parecen horribles, dolorosas e injustas, pero en realidad entiendes que sin que superes estas cosas nunca hubieras realizado tu potencial, tu fuerza o el poder de tu corazón, todo pasa por una razón en la vida. Nada sucede por casualidad o por la suerte. Enfermedades, el amor, momentos perdidos de grandeza o de puras tonterías, todo ocurre para probar los limites de tu alma. Sin estas pequeñas pruebas la vida sería como una carretera recién pavimentada, suave y lisa. Una carretera directa sin rumbo a ningún lugar, plana, cómoda y segura, mas empañada y sin razón.
La gente que conoces afecta tu vida, las caídas y los triunfos que tú experimentas crean la persona que eres. Aún se puede aprender de las malas experiencias; es mas, quizá sean las mas significativas en nuestras vidas. Si alguien te hiere, te traiciona o rompe tu corazón dale gracias porque te ha enseñado la importancia de saber perdonar, de la confianza y a tener más cuidado de a quien le abres tu corazón.
Si alguien te ama, ámalo tú a él no porque él te ama sino porque te han enseñado a amar y a abrir tu corazón y tus ojos a las cosas pequeñas de la vida. Haz que cada día cuente y aprecia cada momento, además de aprender de todo lo que puedas aprender, porque quizá más adelante no tengas la oportunidad de aprender lo que tienes que aprender en este momento.
Entabla una conversación con gente que no hayas dialogado nunca y escúchalos ahora y presta atención.
Mantén tu cabeza en alto porque tienes todo el derecho a hacerlo.
Repítete a ti mismo que eres un individuo magnífico y créelo, si no crees en ti mismo nadie más lo hará tampoco.
Agradece a Dios el milagro de vivir.